Me pasaron tantas cosas y no me acuerdo de nada, solo del viento y tus ojos, de llorar a carcajadas. No se cuanto habrá pasado, desde cuando te leía. Nunca quise darme cuenta, que no era idea mía. Hoy no es que rompa cadenas, solo me doy por vencido. Y te perdono por todo, por venir y haberte ido. Si la pena se supera a mi me importa muy poco, no esperaba que así fuera mi amor, si aun sueño que te toco. No se de un tiempo a esta parte, no entiendo como pude desarmarme. Me sobraron tantas cosas que no pude darte a tiempo, o tal vez nunca exististe, fuiste mi mejor invento. Hoy mis ojos no te ven, hoy mi boca no te nombra. Nadie sabe que me hiciste mi amor solo mi cuerpo y tu sombra.

lunes, 2 de enero de 2012

Nacer conectados.

''Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella. Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo. Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche sin necesitar otro abrazo suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os libraréis de él o de ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias''.

No hay comentarios:

Publicar un comentario